La emoción de Gavira García en Almorox: ocho orejas y dos rabos y terna y mayoral a hombros
17 de agosto de 2022
Triunfal corrida de Gavira García en la que la terna y mayoral salen en hombros, repartiéndose ocho orejas y dos rabos, con un gran toro de vuelta al ruedo.
Fernando Robleño, Sánchez Vara y Jairo Miguel hacían el paseíllo, en la tarde de este 17 de agosto, en la segunda de abono de la localidad toledana de Almorox, en la que se lidiaba un serio encierro con el hierro de Gavira García.
Oreja a la voluntad de Fernando Robleño con el complicado primero de Gavira
Arrancó el paseíllo en Almorox, Toledo, y abrió plaza «Cantarero» un cuatreño de negro listón y chorreado bajo, cornidelantero y astifino, que dejó estirarse a la verónica a Fernando Robleño. No apretaron en exceso picador y toro en varas. Tras un buen comportamiento del toro en banderillas, en el que destacó César de Madrid, comenzó templado por alto Robleño para sacárselo a los medios. Tragó el de San Fernando en la tanda a derechas una embestida rebrincada e incierta, además de algún parón. Igual fue el toro por el lado izquierdo, pero reponiendo más.
Afortunadamente su falta de poder hizo que no apretara al torero. Más tragar y mandar del torero madrileño a un toro que medio pasaba. Hasta que dejó de pasar. Casi al final de la faena, consiguió Robleño arrancar las primeras palmas de la tarde en un arrimón con pases por alto. Pinchazo y estocada corta dejó Fernando Robleño para acabar con la vida del descastado toro de Gavira. El público premió la voluntad del torero con una cariñosa oreja.
Sánchez-Vara porfía con el «desaborío» segundo
Algo más alto fue el segundo de la tarde, primero de Javier Sánchez-Vara, pero si más agresivo de pitones, aunque armónico, al que su matador le pegó buenas verónicas de salida. El cinqueño de Gavira García se dejó pegar empujando con fijeza pero sin apretar. Protagonizó Javier Sánchez -Vara el tercio de banderillas, destacando el primer y tercer par, este último al violín. Brindó el torero alcarreño al respetable y comenzó su faena por alto pero el animal mostró enseguida falta de fuerzas. Brusco si lo llevabas a su altura, pegando derrotes y calamocheando, el toro no tuvo virtudes, y Sánchez -Vara trató de llevarlo los más largo posible consiguiendo que no se cayera el animal, y que no le arrancara la muleta de las manos. Dejó una estocada baja al tercer intento y fue silenciado.
Dos orejas al buen toreo de Jairo Miguel al noble tercero
«Cancionero» fue el tercero, un toro casi idéntico al primero en hechuras y capa, con el que se estiró Jairo Miguel en vistosas verónicas. Cinqueño el de Gavira García, empujó con un solo pitón pero con fijeza en el peto. Ceñido quite de Jairo Miguel por chicuelinas rematadas con una templada media verónica. Saludó en banderillas David Adalid antes del brindis de su jefe de filas, que citó desde el centro del ruedo pasándose al toro por la espalda dos veces. Tras ello, se puso a diestras con un toro con motor y humillación, arrancando las primeras ovaciones. Enjaretó buenas tandas por el lado derecho el torero extremeño, a un toro que pedía mano baja y temple, y se lo dió el matador. Por el izquierdo fue más soso el toro y finalizó su buena faena con un arrimón, yendo el toro a menos y queriendo rajarse. Mató de estocada desprendida y le fueron concedidas las dos orejas.
Faena excelsa de Fernando Robleño premiada con los máximos trofeos a un «Tomatero» de vuelta
Más serio fue el cuarto, un toro castaño y bociblanco, y más alto, que perdió las manos a las primeras de cambio, pero que derribo con poder de cuello al caballo. Dos cornadas tenía el toro, una en cada cuarto trasero, de la que comenzó a sangrar en una durante el tercio de banderillas. Apretó el toro a Jesús Romero que anduvo más que solvente con la papeleta. Tuvo calidad el toro de Gavira García y también los derechazos de Fernando Robleño en la primera tanda, que siguió a otra en la que los recetó con gusto y mando. No bajó el listón el toreo de Robleño con la zurda ni tampoco la calidad del toro, que lucía unos respetables pitones.
Siguió por ese palo el de San Fernando de Henares, y no enfrió al público un desarme, que fue preludio de otra buena tanda. Pero al final el toro acusó las dos cornadas y se echó. Una vez levantado el animal, Robleño se puso a diestras toreando con gusto y torería. No quiso música el torero ya que la puso él. Cerró la faena con torerísimos pases por bajo y mató de estoconazo fulminante al bien toro de Gavira García, de nombre «Tomatero» , al que le cortó las dos orejas y el rabo Fernando Robleño y al que se le concedió la vuelta al ruedo en el arrastre.
Inteligente faena de Sánchez-Vara al quinto, al que corta las dos orejas
«Campolargo» fue el quinto, un toro castaño descarado de pitones pero de menor presencia que el anterior, aunque también serio, que no se dejó torear de capote en el recibo, metiéndose por dentro y dándose la vuelta al revés. Quiso cambiarlo con un picotazo Sánchez-Vara pero la señora presidenta obligó a que el toro entrara de nuevo en jurisdicción del picador, no siendo excesivamente castigado.
Tomó el mando de la lidia el torero alcarreño, siendo banderilleado el toro de manera solvente por su cuadrilla. Toro también con calidad este de Gavira García, pero falto de fuerzas, al que Javier Sánchez-Vara trenzó muletazos con suavidad y temple que gustaron al respetable. Día bajando la mano paulatinamente hasta que el toro hizo amago de irse a tablas, y entonces el diestro se echó de rodillas entre las ovaciones del público. Faena inteligente de Sánchez -Vara, que coronó con una estocada trasera al segundo intento, logrando doble trofeo.
Máximos trofeos para Jairo Miguel del sexto en una faena a más
«Enjaulado» se llamó el sexto, un bonito castaño y cinqueño también velero, que se dejó torear de capa por Jairo Miguel a verónicas. Galleó por gaoneras el torero extremeño para llevarlo al caballo en un breve puyazo trasero. Invitó a banderillear Jairo Miguel a sus dos banderilleros, David Adalid y Jesús Mejías, que junto con su matador, protagonizaron un entretenido tercio de banderillas, destacando el tercer par de Jairo Miguel, asomándose al balcón clavando entre los pitones. De hinojos comenzó Jairo su faena, sacándose ya en pie al toro a los medios con pases por alto.
Noble fue el de Gavira García pero no andaba sobrado de fuerzas, y por ello no fue obligado en exceso por el torero extremeño, que sin embargo toreó con gusto con ambas manos. Se fue afianzando el toro y le fue bajando la mano Jairo Miguel, y la faena fue a más al tener más profundidad los muletazos. Con el toro ya a menos, el torero trató de cerrar su faena con circulares pero el toro empezó a rajarse. Intentó las poncinas pero solo consiguió dar completas en las que el toro iba hacía las tablas. Cerró por manoletinas y dejó media estocada desprendida que fue suficiente, mientras sonaba el aviso, y le fueron concedidos los máximos trofeos.